TESTIMONIO

Mi nombre es Patricia Ortega, tengo 29 años y hace cuatro meses me diagnosticaron un Linfoma No Hodgkin, formado por una masa tumoral en el mediastino, que es un compartimiento torácico, que alberga múltiples estructuras anatómicas, lo cual condiciona la tumoración en este caso maligna, según la clasificación que divide al mediastino y basada en la anatomía topográfica y en la radiológica, se divide en tres mediastino anterior, superior y medio. El hallazgo de mi enfermedad fue totalmente fortuito a través de una radiografía de tórax, la cual fue tomada a raíz de una incesante tos que me provocaba el tamaño de la tumoración (de casi 9 cm,) ya que esta presionaba al pulmón derecho, la tráquea y el corazón. También se hizo un diagnostico por imagen por medio de una tomografía esto facilito el siguiente paso que era saber de qué manera se trataría mi caso, ya que la ubicación y la forma de las células ya sean grandes, pequeñas o difusas, es determinante para el tratamiento. Se practico una biopsia guiada por tomografía, misma que arrojo un resultado de muestra insuficiente, esto Hizo que los médicos intervinieran quirúrgicamente para tomar otra muestra de mayor tamaño y correrle las pruebas de laboratorio correspondientes.

Mi caso fue asintomático, no presente perdida de peso ni fiebres como en otros casos de linfomas en el mediastino mi salud era estable hasta que las complicaciones, mismas que se derivaron por el volumen tumoral, se hicieron presentes, como el síndrome de vena cava superior, la cual ocasiono además en rostro y cuello y una retención de líquidos en casi todo el cuerpo, así como un derrame pleural y la necesidad de hacer una ventana pericardica que permitiera drenar el agua contenida, también se me hicieron otros exámenes como ecografías electrocardiogramas e innumerables exámenes de laboratorio, durante la etapa más critica había que estar monitoreando cualquier cambio, inmediatamente después se inicio la quimioterapia, compuesta por una serie de medicamentos y anticuerpos de gran eficacia y tolerabilidad que lograron estabilizar mi salud y afecciones como la tos, la dificultad respiratoria y otras aminoraran paulatinamente y por completo. Hoy estoy en tercer ciclo de mi tratamiento las quimioterapias son cada mes y los resultados han sido muy satisfactorios. Creo que lo más importante es estar debidamente informado y no alarmarse aunque el panorama no sea muy alentador, además el positivismo y buen ánimo son muy importantes así como el apoyo de nuestras familias. En Hermosillo, Sonora contamos con excelentes médicos e instituciones que nos brindan servicios de gran calidad humana, Como el Hospital General del Estado y el Hospital Oncológico del Estado de Sonora, donde me brindaron atención e información adecuada.

GUIA RAPIDA PARA PACIENTES EN QUIMIOTERAPIA:

1.-Duerme mucho y con frecuencia. Tu cuerpo necesita descansar mucho para recuperarse de la quimioterapia. Reduce las actividades que requieran mucho esfuerzo y hazte tiempo para dormir bien todas las noches.

2.-Concéntrate en comer alimentos nutritivos. Si tienes náuseas, vómitos y diarrea, es probable que no tengas apetito. Trata de ingerir alimentos que tengan un alto valor nutricional y observa una dieta balanceada para evitar la pérdida de peso y mantenerte sano. Comer porciones pequeñas varias veces por día suele ser mejor que comer mucho pocas veces. Además, comer con frecuencia hace que no estés tan hambriento. No comas alimentos grasosos, fritos o picantes (alimentos que te pueden dar náuseas) y come los que sean livianos y fáciles de digerir, como las galletas de agua, las tostadas o los helados de agua.

3.-Si te sientes mal del estómago, pídele a tu médico que te prescriba algún medicamento para las náuseas.

4.-Antes de tomar alguna medicación, incluidas las medicinas naturistas o de venta libre, consulta con tu médico. Este consejo también se aplica a las vacunas, como la vacuna de la gripe.

5.-Hidrátate. Es posible que no tengas ganas de beber, pero el caldo suave, los jugos y las bebidas deportivas sirven para recuperar el líquido perdido por los vómitos y la diarrea. Seguramente te resultará más fácil tomar bebidas a temperatura ambiente que líquidos fríos o calientes.

6.-Sigue un horario para tomar los medicamentos. Si estás tomando una medicación para aliviar el dolor, seguir un horario te ayudará a no olvidarte de tomarlo. El dolor será más difícil de controlar si esperas a sentirlo. Si el dolor persiste o empeora en algún momento, hable con su médico.

7.-Protege tu cuero cabelludo. Para proteger la cabeza del sol y evitar que se irrite, usa un gorro, un sombrero o un pañuelo. Seguramente te sentirás más cómodo si, para ir a la escuela o salir a otros lugares, usas sombreros, pañuelos o pelucas hasta que vuelva a crecerte el cabello. Sólo utiliza champús y productos suaves para el cabello.

8.-Protégete de las infecciones. Lávate las manos regularmente, antes de comer, después de ir al baño y después de tocar algún animal. Si tus amigos o los miembros de tu familia tienen infecciones, como un resfrío, gripe o varicela, no deben visitarte hasta que se sientan bien. También es recomendable no ir a lugares muy concurridos. Pero no te preocupes de perder días de escuela. Habrá maestros particulares que irán a tu casa para mantenerte al día con los deberes. Ellos seguirán el ritmo adecuado para tu estado de salud.

9.-Si tienes problemas de coagulación de sangre, suénate la nariz o cepíllate los dientes con cuidado para evitar el sangrado.

10.-Es importante que una vez terminado el tratamiento de quimioterapia continúes yendo al médico para que éste te controle. Durante estos controles, el médico querrá saber cómo te sientes y si estás sufriendo algún efecto secundario. Además, el doctor verá si presentas algún síntoma que indique que el cáncer ha regresado.



Después del diagnóstico del linfoma no Hodgkin en adultos:

Se realizan pruebas para determinar si las células cancerosas se han diseminado dentro del sistema linfático o a otras partes del cuerpo.

El proceso utilizado para determinar si el cáncer se ha diseminado dentro del sistema linfático o a otras partes del cuerpo se llama estatificación. La información obtenida durante el proceso de estatificación determina el estadio de la enfermedad. Es importante contar con esta información a fin de planear el tratamiento. En este proceso de estatificación pueden utilizarse las siguientes pruebas y procedimientos:

· Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Los rayos X son un tipo de haz de energía que atraviesan el cuerpo y se plasman en una película, logrando una fotografía del interior del cuerpo.

· Exploración por TC (exploración por TAC): procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas del interior del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere, a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen más claramente. Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía computarizada o tomografía axial computarizada.

· Exploración con TEP (exploración con tomografía por emisión de positrones): procedimiento para detectar células de tumores malignos en el cuerpo. Se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. El explorador de TEP rota alrededor del cuerpo y toma una imagen de los lugares del cuerpo que utilizan la glucosa. Las células de tumores malignos tienen aspecto más brillante en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.

· IRM (imágenes por resonancia magnética): procedimiento que utiliza un imán, ondas de radio y una computadora para crear fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).

· Ecografía con galio: procedimiento que se utiliza para detectar áreas corporales en las que algunas células como las cancerosas se multiplican rápidamente. Se inyecta una pequeña cantidad de material radioactivo llamado galio en una vena para que se desplace por el torrente sanguíneo. El galio se acumula en los huesos u otros tejidos (órganos) para ser detectado luego por un escáner.

· Aspiración y biopsia de médula ósea: extracción de una muestra de médula ósea y sangre, y un trozo pequeño de hueso mediante la inserción de una aguja en el hueso de la cadera o el esternón. A continuación, un patólogo observa y analiza las muestras de médula ósea, sangre y hueso bajo un microscopio para determinar la presencia de signos de cáncer.

Punción lumbar: procedimiento mediante el cual se extrae una derivación del líquido cefalorraquídeo de la columna vertebral. Para esto, se introduce una aguja en la parte inferior de la columna vertebral. Este procedimiento también se llama PL.

Punción lumbar. El paciente se acuesta sobre una camilla en posición encorvada. Después que se adormece un área pequeña en la parte inferior de la espalda, se inserta una aguja intrarraquídea o espinal, la cual es larga y fina, en la parte inferior de la columna vertebral para extraer líquido cefalorraquídeo (LCR, se muestra en azul). El líquido se puede enviar a un laboratorio para analizarse.

Para las mujeres embarazadas con linfoma no Hodgkin, se usan pruebas de estatificación que protegen al feto de los efectos nocivos de la radiación. Entre ellas se incluyen las IRM, la aspiración de médula ósea y biopsia, la punción lumbar y la ecografía, para las que no se usa radiación. La ecografía es un procedimiento en el que se hacen rebotar ondas de sonido de alta energías en los tejidos y órganos internos para producir ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos del cuerpo que se llama ecograma.

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